El dolor provocado por las lesiones del disco intervertebral surge como consecuencia de traumatismos ocasionados por levantar objetos pesados, sobrepeso, estar sentado o parado en la misma posición por horas, llevar un estilo de vida sedentario, entre otros.
El disco intervertebral es una almohadilla o amortiguador que existe entre vertebra y vertebra y que con el uso o el trabajo puede debilitar su pared y permitir que se produzca una hernia. Una hernia puede compararse con el aparecimiento de una protuberancia o bulto en una llanta o una pelota. Esta tumefacción o hinchazón, comprime la médula o un nervio produciendo un fuerte dolor que se localiza dependiendo del nivel de la columna que está afectando. El dolor más frecuente se origina en la columna lumbar o sea la cintura y se irradia a las piernas. Las hernias en el cuello o columna cervical constituyen la segunda frecuencia y se caracterizan por ocasionar dolor en la nuca o cuello que se irradia a los miembros superiores o brazos.
Cuando aparece una hernia en la columna es usual que el dolor no desaparece con los tratamientos convencionales con analgésicos y relajantes y solo tienen mejoría parcial mientras se está tomando los medicamentos, pero luego aparece de nuevo. Frecuentemente, son dolores crónicos que tienen más de tres meses de duración y es entonces cuando se debe investigar la existencia de una hernia de disco intervertebral.
El diagnóstico de esta patología se hace mediante un minucioso examen médico y se confirma mediante un estudio de imágenes como una TAC (tomografía axial computarizada) de columna o idealmente con resonancia magnética nuclear. Con estos estudios es la única forma de hacer un diagnóstico exacto y de acuerdo a la gravedad de la hernia y dependiendo de su tamaño se clasifican en cuatro grados. Las hernias de grado 4 solo se pueden tratar mediante cirugía y algunas de grado 3 que son muy sintomáticas o dolorosas. Las hernias grado 1 y 2 no deberían recibir tratamiento con cirugía.
El tratamiento con ozonoterapia es ideal para las hernias de grado 1, 2 y 3 y consiste en aplicar infiltraciones con ozono, que es un gas derivado del oxígeno, en las regiones paravertebrales o por fuera de la columna para que accione por la parte externa de los discos, e infiltraciones intradiscales o discólisis para que el efecto sea por la parte interna del disco intervertebral.
El tratamiento con ozonoterapia logra que las hernias se desinflamen, se regeneren los tejidos y el dolor se minimice o desaparezca. Por lo anterior la ozonoterapia es el tratamiento ideal para los problemas de la columna o cuando los resultados de la cirugía de columna no son los deseados (Síndrome Espalda Fallida).
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