El COVID-19 es un virus perteneciente a la familia de los coronavirus, esta es una familia de virus que entre sus características físicas tienen en su cubierta prolongaciones o espigas que asemejan las puntas de una corona. Son virus muy grandes y pesados que en su membrana tienen una cubierta de lípidos. El contagio se realiza con mayor facilidad por contacto directo con las secreciones de una persona infectada o al tocar superficies contaminadas y luego tocarse la boca, nariz o los ojos.
Se han identificado más de 10 cepas diferentes de estos virus y hay algunas que contagian a los animales tanto silvestres como domésticos. La cepa del COVID-19 es una variante que previamente solo atacaba animales, la cual sufrió mutación y ahora también infecta al ser humano. Los coronavirus no son nuevos en la historia del hombre, se han relacionado con las ultimas pandemias de la humanidad como la de 2002 en China SARS y la del 2012 del oriente medio MERS. Tiene alta afinidad por los tejidos del aparato respiratorio, especialmente la garganta y los alveolos pulmonares, así como en menor medida los tejidos intestinales. Estos tejidos tienen en común que ambos producen secreciones como el moco o saliva que es el principal medio de contagio del virus.
Es un virus relativamente fácil de contener con medidas simples de limpieza como el lavado de las manos y la desinfección de objetos. Responde muy bien a las medidas de distanciamiento social y las barreras mecánicas como el uso de mascarillas. Es recomendable que los pacientes infectados, así como los profesionales de la salud que están en contacto con personas infectadas, utilicen mascarilla. La mascarilla sirve como una barrera mecánica para evitar la propagación del virus mediante gotitas de saliva, las cuales tienen un rango de efectividad no mayor a dos metros a la redonda.
Al presentarse la enfermedad las manifestaciones más comunes son: fiebre por infección del tejido respiratorio, cansancio, malestar general, dolor de garganta, dolor de cabeza, tos seca y algunas veces problemas intestinales. Estos signos y síntomas son comunes en muchos tipos de enfermedades virales, pero muy pocas de estas infecciones causan complicaciones a partir del cuarto o quinto día.
Es en esta fase donde el COVID-19 se puede convertir en una enfermedad mortal al provocar bronquitis, neumonía, falta de aire o disnea que puede llevar a un fallo sistémico y en caso severo la muerte. Estas complicaciones ocurren principalmente en pacientes debilitados por patologías como: presión arterial alta, enfermedades cardíacas, enfermedades pulmonares, cáncer, diabetes, o pacientes que tengan las defensas inmunológicas bajas especialmente en ancianos y niños muy pequeños.
La mejor defensa es mantener adecuadas técnicas de limpieza personal como el lavado de manos constante, no tocarse la cara, evitar el contacto físico al saludar y desinfectar todos los objetos con los que se tenga contacto especialmente aquellos que son manipulados por muchas personas. Para evitar que la cantidad de contagiados crezca de una manera exponencial se han implementado medidas de distanciamiento social en el país, las cuales han resultado sumamente efectivas en la disminución de la velocidad de propagación del virus en otros países. El objetivo principal de estas medidas es evitar una sobrepoblación de personas infectadas de COVID-19 en los hospitales, para evitar una crisis en el sistema hospitalario.
En Medicina O3 recomendamos tomar antioxidantes y dosis altas de vitamina C para fortalecer nuestro organismo, mejorar el sistema inmune y reducir el riesgo de contagio ante el Coronavirus. Estos nutrientes pueden obtenerse de la ingesta de frutas y verduras, ser tomados como suplementos alimenticios o por medio de aplicación de sueros intravenosos. También recomendamos la aplicación de Ozonoterapia sistémica por vía intravenosa, intramuscular, rectal y nasal ya que esta ayuda a reactivar la actividad de las células del sistema inmunológico.