El PRP se inició a usar en la década de los 70 para reparar tejidos en la boca y a partir de entonces se utiliza para reparar tejidos principalmente cartílagos, tendones, ligamentos, músculos y piel.
Consiste en extracción de sangre a la cual se separa glóbulos rojos y plasma, se utiliza solo el plasma que contiene plaquetas y estas se estimulan para que produzcan el Factor de Crecimiento Celular y posteriormente se inyecta en los tejidos lesionados.
El factor de crecimiento celular es el que hace crecer normalmente los tejidos como parte de la cicatrización y cuando lo inyectamos en áreas lesionadas mejora la regeneración del tejido y acorta el tiempo de curación.
En nuestra clínica utilizamos el PRP combinado con Ozonoterapia para disminuir el riesgo de infección y aumentar en un 30% la efectividad del tratamiento.
Las indicaciones para administrar el PRP son múltiples, entre ellos los problemas de inflamación, desgaste de tejidos, ruptura de ligamentos o problemas de cicatrización. Por todo lo anterior es utilizado en problemas de la piel y estéticos con muy buenos resultados.