La mitocondria es el organelo productor de energía en la célula para que el tejido celular tenga su actividad normal, función que realiza mediante el ingreso de oxígeno y glucosa para que se lleve a cabo la respiración celular y como producto se obtiene energía, agua y dióxido de carbono. Además, se obtienen radicales libres que son controlados en la misma célula por las enzimas como el Glutation y otras que controlan que no se pierda el balance entre la producción y su excreción.
Cuando este balance se pierde y existe una mayor producción de radicales libres se produce el Estrés Oxidativo que puede llevar a un proceso inflamatorio, por lo tanto cualquier razón por la cual se produzca un aumento de radicales libres puede producir una enfermedad mitocondrial que básicamente produce una falta de energía y por ende mal funcionamiento de los tejidos.
Los principales órganos afectados es donde se necesita mayor cantidad de energía, siendo estos el cerebro, corazón, hígado y músculos, pero se necesitan en todo el organismo para poder realizar las funciones vitales.
También los radicales libres pueden producir daño en el ADN de la mitocondria y esto evita que se formen nuevas mitocondrias o que se produzcan de mala calidad. Lo peor es que se pueden transmitir a nuestros hijos y producir enfermedades graves que afectan principalmente a los órganos y tejidos ya mencionados.
Existen algunas substancias que afectan directamente la función mitocondrial como antibióticos especialmente los aminoglucósidos y otros medicamentos como el acetaminofén y las estatinas, estas últimas son usadas para control del colesterol. Otras substancias que afectan la función mitocondrial son plaguicidas o insecticidas.
En el ambiente, el principal problema son los contaminantes como el smog, la radiación y el humo de los cigarrillos ya que afectan directamente la respiración celular al bloquear el transporte de oxígeno.
El principal problema es nuestra alimentación debido a que hay muchos alimentos que aumentan la glucosa en la sangre como los carbohidratos consumidos en las harinas blancas y azúcares, los cuales aumentan la producción de radicales libres que son la causa básica de la mayoría de enfermedades actuales como la diabetes, presión alta y cáncer.
Por todo lo anterior, es de suma importancia mantener un adecuado funcionamiento de la respiración celular en las mitocondrias y evitar la producción excesiva de radicales libres, en este sentido es necesario tener una dieta saludable, hacer ejercicio constantemente, tomar antioxidantes y cuando ya existen enfermedades mitocondriales resolverlas con terapias como la Quelación con EDTA y Glutatión, así como la Ozonoterapia que ayudan a devolver el balance de los radicales libres y controlan el estrés oxidativo.